Estados Unidos

Trump y Harris: un duelo electoral sin precedentes en EE UU


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A poco más de dos semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el panorama político se presenta más incierto que nunca. Donald Trump, el controvertido expresidente republicano, ha logrado recortar distancias con la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en lo que se perfila como uno de los comicios más reñidos de la historia reciente del país.

La candidatura de Harris, que asumió el testigo del presidente Joe Biden tras su inesperada renuncia en julio, generó inicialmente un notable entusiasmo entre el electorado demócrata. Sin embargo, a medida que se acerca la cita con las urnas del 5 de noviembre, Trump ha conseguido erosionar esa ventaja inicial.

Un escenario de máxima incertidumbre

Según los últimos sondeos agregados por FiveThirtyEight, Trump cuenta con un ligero margen de ventaja sobre Harris, con un 52% de probabilidades de victoria. No obstante, la situación es tan ajustada que el desenlace final podría compararse al lanzamiento de una moneda al aire.

La diferencia entre ambos candidatos es inferior a dos puntos porcentuales en los siete estados considerados decisivos: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Esta mínima brecha implica que cualquier variación estadística, por pequeña que sea, podría alterar el resultado final.

Una campaña marcada por la tensión

En este contexto de máxima tensión, tanto Trump como Harris han intensificado su presencia en los estados clave, donde en algunos casos ya ha comenzado el voto anticipado con una participación notable.

La retórica de ambos candidatos se ha endurecido en las últimas semanas. Trump ha llegado a sugerir la posibilidad de utilizar a los militares contra los «enemigos internos» de Estados Unidos, en una velada alusión a sus adversarios políticos. Por su parte, Harris no ha dudado en calificar a su rival de «fascista» y «desquiciado».

Un desafío para la democracia estadounidense

La vicepresidenta, que hoy cumple 60 años, ha optado por elevar el tono de su discurso contra Trump en un intento de revitalizar su campaña. Para ello, cuenta con el apoyo de figuras destacadas del partido demócrata como los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, así como la ex primera dama Michelle Obama.

El escenario actual evoca el controvertido desenlace electoral del año 2000, cuando el resultado estuvo en el aire hasta que el Tribunal Supremo dio la victoria al republicano George W. Bush sobre el demócrata Al Gore en Florida. Sin embargo, para encontrar unas elecciones tan reñidas como las que auguran las encuestas actuales, habría que remontarse a 1876, cuando el republicano Rutherford Hayes venció al demócrata Samuel Tilden por un solo voto electoral.

Con una diferencia tan exigua entre los candidatos, estas elecciones no solo pondrán a prueba la solidez del sistema electoral estadounidense, sino que también supondrán un desafío para la cohesión social de un país profundamente dividido.

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