El ciclón, de categoría 1, se espera que toque tierra este domingo cerca de Baracoa, en el extremo oriental de la isla.
Cuba se prepara para la llegada del huracán Oscar, un fenómeno meteorológico que amenaza con agravar la crisis energética que sufre el país caribeño desde el pasado viernes. Según el Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet), se prevé que Oscar, de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, toque tierra este domingo alrededor de las 18:00 hora local (00:00 GMT del lunes) en las proximidades de Baracoa, en la provincia de Guantánamo.
Alerta en el oriente cubano
Las autoridades han decretado la fase de alarma ciclónica para las provincias orientales de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma y Las Tunas. Camagüey se mantiene en fase de alerta, mientras que Ciego de Ávila permanece en fase informativa. Se espera que Oscar traiga consigo fuertes lluvias, con acumulados de hasta 200 milímetros, y vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora.
El Insmet advierte además sobre el riesgo de marejadas y posibles inundaciones costeras «de moderadas a fuertes en zonas bajas del litoral oriental, incluyendo el malecón de Baracoa». La zona de afectación del huracán se extenderá, con diversa intensidad, por toda la mitad oriental de la isla.
Un país vulnerable
La llegada de Oscar coincide con un momento de extrema vulnerabilidad para Cuba. El país apenas comienza a recuperarse de un apagón total que afectó a toda la isla el pasado viernes, debido a una avería en la principal central termoeléctrica. La restauración del servicio eléctrico avanza de forma «incipiente e inestable», según fuentes oficiales.
Ante esta situación, el Gobierno cubano ha tomado medidas preventivas, suspendiendo toda actividad administrativa y docente no esencial en el país hasta el próximo miércoles. Las autoridades han instado a la población a mantenerse informada y a seguir las indicaciones de los organismos locales de Defensa Civil.
Una temporada ciclónica intensa
Oscar es la decimoquinta tormenta tropical de la actual temporada ciclónica en el Atlántico, que comenzó el 1 de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) pronosticó para este año entre 17 y 25 tormentas con nombre, una cifra superior a la media histórica.
El último gran huracán que afectó severamente a Cuba fue Irma en 2017, que recorrió la costa norte de la isla de oriente a occidente, dejando 10 fallecidos y cuantiosos daños materiales. La frecuencia e intensidad de estos fenómenos meteorológicos en el Caribe ponen de manifiesto la vulnerabilidad de la región ante el cambio climático y la necesidad de reforzar las medidas de prevención y adaptación.
